definiendo a los buenos dominicanos como aquellos capaces de anteponer el bien común a sus intereses particulares, los valores éticos
a los afectos personales, sin importar su condición social ni sus creencias religiosas.
Ponemos el acento en el hombre: No es El Capital el importante, no es El Mercado el importante, no es El Trabajo el importante,
no es El Estado el importante, no es El Partido el importante. Ahora toca poner el acento en El Ser Humano.