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Miembros del centro Juan XXIII afirman que “es salvable la Cámara de Cuentas”

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“Ya fue iniciado un proceso de mediación para armonizarla”

Santo Domingo. El señor Hamilk Chahin y Claudia Capano, miembros del centro Juan XXIII fueron entrevistados en el programa “El día” donde hablaron de la Camara de cuentas, de los acuerdos y la búsqueda de consenso.

Los invitados sostienen que “es salvable la Camara de cuentas y que ya fue iniciado un proceso de mediación para armonizar la Camara”.

Varios de los miembros del pleno se comunicaron con Hamilk Chahin informándonos que había problemas para ver si podíamos interceder, fuimos y participamos y después de un levantamiento entendimos que si se llegaba lograr un acuerdo de ciertos puntos por que las opiniones estaban muy dispersas y lográbamos que se centraran en esos puntos entonces los trabajos de la cámara de cuentas iban a fluir e intentamos hacer un convenio con puntos que creíamos importantes, pero no se logró.

Afirmó Claudia Capano.

En ese orden, Hamilk Chahin sostiene que mediante el proceso de mediación se notaron las profundas diferencias entre los miembros, “pensamos que esto era normal, una cámara nueva por primera vez se hace una composición que no es de origen vinculada a la selección de los partidos”.

Los miembros del centro Juan XXIII fueron abordados por Edith Febles con la pregunta ¿Desde cuándo han tenido la posibilidad de juntarse individualmente con los miembros de la cámara y en que momento se sentaron juntos? A esto los miembros del centro respondieron:

“Desde siempre, pero con los 5 juntos, recién tomada posesión la cámara de cuenta nos invitaron a conocer el pleno”.

La secretaria del pleno, para mi es el origen del nudo, porque fue la persona que no quiso firmar el acuerdo que nosotros le planteamos donde tres de los 5 firmaron, hicieron modificaciones a lo que nosotros llevamos.

Afirma Chahin.

En ese orden, los miembros del centro Juan XXIII sostienen que si existe algún documento firmado por los 5 miembros de la cámara de cuentas no proviene de dicho centro.

Por otra parte, de acuerdo a una publicación de Participación ciudadana, donde enumera los principales problemas que pudieron identificar en la cámara de cuentas, las problemáticas son:

  • Algunos miembros de la Cámara de Cuentas, encabezados por el presidente de la misma, han realizado fuertes cuestionamientos a más de un centenar de auditorías ejecutadas y dejadas sin firmar por la pasada gestión, las cuales no llenan los requisitos, carecen de calidad técnica y han sido acusadas, tanto por miembros de la Cámara anterior como de la actual, de haber sido “maquilladas” con el objetivo de ocultar situaciones y beneficiar a funcionarios que habrían incurrido en irregularidades.
  • La Cámara de Cuentas no exige, ni a sus miembros, ni a su personal, formación especializada en auditoria; por tanto, la gran mayoría solo son contadores, lo que explica su tradicional ineficacia para detectar las irregularidades y el robo de los recursos públicos.
  • Como consecuencia de esto y de los intereses de los diferentes gobiernos, las auditorias que se hacían hasta hace algunos años no cumplían con las normas internacionales en esta materia. Estas normas han sido implementadas en la gestión actual de la Cámara de Cuentas, dando como resultado los informes especiales que han sustentado los expedientes que actualmente cursan en la justicia.
  • Una gran parte del personal más calificado que tenía la institución ha renunciado, tanto por los bajos salarios como por el ambiente de innumerables presiones en que tienen que desarrollar su trabajo.
  • Parte de los integrantes actuales del pleno ha rechazado las propuestas del presidente de organizar los trabajos en 4 áreas especializadas, encabezadas por auditores expertos seleccionados por concurso. En cerca de tres años no se ha podido evaluar, renovar ni completar el personal.
  • Algunos imputados que cuentan con enormes recursos financieros contratan firmas privadas para tratar de desacreditar las auditorías de la Cámara de Cuentas, mientras otros que están siendo investigados intentan influir a su favor, a través de personal que en el pasado sirvió a sus intereses y que permanece en sus posiciones. Mientras tanto, esos imputados o posibles imputados son los únicos que podrían beneficiarse de la situación de crisis que afecta a la institución.
  • El esquema de gobernabilidad de este organismo propicia la paralización, el anquilosamiento, la indisciplina y la confabulación. El presidente del organismo solo lo es de nombre, ya que no tiene la autoridad para tomar la más mínima medida administrativa, no pudiendo nombrar ni desvincular tan siquiera al personal de su entorno más cercano.
  • El personal de la Cámara de Cuentas no es sometido a evaluación, ni medición de rendimiento, y peor aún, se dice que muchos trabajan para intereses particulares de funcionarios actuales o del pasado, sin el temor de ser removidos porque cuentan con una estructura de protección y resguardo.
  • Las mismas personas dentro del pleno han bloqueado los intentos de apertura de concursos para llenar más de 100 posiciones vacantes que se necesitan para cumplir con la gran cantidad de trabajos y para lo cual la Cámara de Cuentas tiene disponible los recursos.
  • También ha sido bloqueado un proyecto de automatización y modernización de los procesos con el propósito de hacer más eficiente y dotar de mayor calidad a las auditorias. Quinientos millones de pesos que fueron donados para ese fin no han podido usarse porque las mismas personas en el pleno se han opuesto.

Acerca del Centro Juan XXIII
El Centro Juan XXIII está basado en valores cristianos, es una organización que persigue transformar la conciencia política de nuestra sociedad mediante la formación y organización de dominicanos y dominicanas para insertarlos en los estamentos de toma de decisión y de poder político.

El Centro Juan XXIII no es un partido político. Es una organización que lucha por lograr que los que nos gobiernan nos gobiernen bien. • El Centro Juan XXIII no es una peña política. Es un espacio de reflexión con vocación de opinión pública y de presión política.